Recientes datos de la macroencuesta Statista Consumer Insights, realizada entre abril de 2024 y marzo de 2025 a mujeres de entre 18 y 49 años, revelan diferencias notables en las preferencias de productos de higiene menstrual según el país analizado. Las compresas o toallitas siguen siendo la opción más elegida en todos los países analizados, con un predominio significativo en India (62%), Francia (53%) y España (51%).
Los tampones muestran una popularidad desigual. Brasil lidera con un 54% de usuarias, seguido de cerca por España (30%) y Estados Unidos (29%). En contraste, en Japón y la India su uso es significativamente menor, con apenas 5% y 15% respectivamente.
La copa menstrual, aunque menos utilizada en general, muestra una presencia creciente en algunos países. Destaca especialmente en la India, donde el 23% de las encuestadas declaró usarla, mientras que en Francia y Japón su uso es marginal (5% y 1% respectivamente).
El uso de la mayoría de los productos de higiene menstrual de un solo uso tiene un costo ecológico. Según la DW, "los productos de higiene íntima más populares, como las compresas y los tampones, contienen mucho plástico. Ambos suelen venir envueltos individualmente en plástico y tienen una capa de plástico en la parte absorbente del producto. Muchas marcas de tampones también contienen un aplicador y un cordón de plástico en la base, mientras que algunas compresas están hechas de hasta un 90% de plástico", lo que dificulta su reciclaje. Sin embargo, de acuerdo con el artículo, son muy convenientes". Como son discretos, pueden ocultarse más fácilmente, lo que es especialmente importante en lugares donde la 'vergüenza del período' sigue siendo un problema", como en países de África, donde muchas niñas se ausentan durante sus días de menstruación y pueden llegar a perder hasta un mes y medio de clases por año. Por otro lado, los productos reutilizables, si bien a la larga resultan más económicos que los desechables, son mucho más caros.
Estos resultados ponen en evidencia que la elección de productos menstruales no sólo responde a la comodidad o funcionalidad, sino también a contextos socioculturales. Las campañas de educación menstrual y el acceso equitativo a opciones variadas continúan siendo claves para garantizar que todas las mujeres puedan tomar decisiones informadas y adecuadas a sus necesidades.



















