La tasa promedio de mortalidad por accidentes de tránsito en Latinoamérica fue de 14,1 muertes por cada 100.000 habitantes en 2021, según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los países con las cifras más alarmantes son Haití (31,6) y República Dominicana (27,4), con tasas que más que duplican la media latinoamericana. Ecuador (23,4), El Salvador (21,5) y Paraguay (21) también registran niveles muy elevados. Otros países muestran cifras cercanas o algo superiores al promedio, como Brasil (15,7), Colombia (16,2) o Costa Rica (15,5). En el extremo opuesto, naciones como Argentina (8,8), Chile (10,3), Panamá (7,3) y especialmente Cuba (5,4) presentan tasas considerablemente más bajas. Esto podría atribuirse a políticas públicas más efectivas, una red vial más controlada, y en algunos casos —como en Cuba— a una menor cantidad de vehículos per cápita.
Un informe de la OMS estima que, en toda América, 145.090 personas murieron por siniestros de tránsito, lo que representa el 12% de todas las muertes a nivel mundial. Sólo nueve países de la región (Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Cuba, México, Panamá, Trinidad y Tobago y Uruguay) lograron reducir las muertes causadas por el tránsito del 2010 al 2021.
En cuanto a prevención, "a pesar de algunos avances, la mayoría de los países aún no realiza auditorías ni aproximaciones sistemáticas para la evaluación de caminos y la protección de todos los usuarios viales". Además, "la movilidad sostenible es desigual entre los países" y "la promoción del transporte sostenible sigue siendo insuficiente en comparación con el enfoque en los vehículos motorizados individuales, lo que resalta la necesidad de políticas que fomenten medios de transporte alternativos y seguros". En resumen, en materia de prevención son fundamentales "el desarrollo de infraestructura nueva que contemple la seguridad de los usuarios y que promueva la elección de medios de transporte sostenibles y el mantenimiento de la infraestructura existente y su adecuación a las múltiples necesidades de las personas".
En relación con la seguridad de los vehículos, el informe afirma que la adopción de inspecciones vehiculares periódicas "es una medida efectiva para garantizar la seguridad continua de los vehículos en circulación. La implementación de sistemas de seguridad vehicular, como el ESC y el ABS, tiene el potencial de reducir significativamente las muertes en accidentes de tránsito".