El 17 de mayo se conmemora el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, una fecha que visibiliza la lucha por los derechos de las personas LGBTQ+ y denuncia las distintas formas de discriminación que aún persisten en el mundo. Actualmente, más de 60 países siguen criminalizando las relaciones entre personas del mismo sexo y, en once de ellos, estas pueden ser castigadas con la pena de muerte.
Argentina ha sido históricamente un país pionero en la región en materia de derechos LGBTQ+. Fue el primero en América Latina en legalizar el matrimonio igualitario en 2010, y también se convirtió en uno de los primeros del mundo en sancionar una Ley de Identidad de Género (2012), que reconoce el derecho de las personas a ser registradas conforme a su identidad de género sin necesidad de intervenciones médicas o judiciales.
Sin embargo, la violencia y discriminación hacia la comunidad LGBTQ+ persiste en el país. Según un informe reciente de la Federación Argentina LGBTQ, en 2024 se registraron 140 crímenes de odio contra personas LGBTQ+, lo que representa un aumento de siete casos respecto al año anterior. La mayoría de las víctimas pertenecían a la comunidad trans (64%), seguidas por personas gay (23%). Del total de casos, el 48% correspondieron a asesinatos, muertes vinculadas a violencia estructural o suicidios.
Este contexto de creciente hostilidad, sumado al aumento de los discursos de odio y a las declaraciones del presidente Javier Milei durante su participación en el Foro Económico Mundial de Davos, motivó movilizaciones en todo el país el pasado 1 de febrero.