De acuerdo con el anuario del Instituto Cervantes, "las lenguas indígenas u originarias que históricamente han gozado de un mayor peso demográfico y cultural en la América hispana –importancia que mantienen hasta la actualidad– han sido el arahuaco, el náhuatl, el maya, el quechua, el aimara, el chibcha, el araucano o mapuche, y el guaraní".
El Instituto consideró población indígena u originaria a "aquella que las autoridades de cada país consideran población indígena u originaria, generalmente basándose en la autoadscripción de los integrantes de estas poblaciones".
México es el país hispanohablante con mayor diversidad lingüística de los analizados por el anuario, con un total de 68 lenguas indígenas aún en uso. Esta riqueza cultural lo posiciona como un referente en América Latina en términos de diversidad lingüística, seguido de cerca por Colombia, que cuenta con 65 lenguas originarias, y Perú, con 48.
A pesar de esta diversidad, muchas lenguas indígenas en México y en otros países de habla hispana están en riesgo de extinción. La discriminación, la migración y la falta de transmisión generacional han llevado a una reducción en el número de hablantes. Según el Instituto Cervantes, países como Venezuela y Bolivia, con 37 y 33 lenguas indígenas respectivamente, enfrentan problemáticas similares. En contraste, naciones como El Salvador tienen solo una lengua indígena reconocida.
Países como Paraguay, con 20 lenguas indígenas, han logrado avances en la preservación del guaraní, que es lengua oficial junto con el español. Naciones como Argentina y Ecuador tienen, por otro lado, 15 y 13 lenguas originarias, respectivamente.
El 21 de febrero se celebra el Día Internacional de la Lengua Materna, una fecha proclamada por la UNESCO para promover la preservación y protección de todas las lenguas del mundo. Esta conmemoración busca concienciar sobre la importancia de las lenguas indígenas y su papel en la diversidad cultural.