El día de ayer, 20 de enero de 2025, Donald Trump asumió las riendas de los Estados Unidos de América por segunda vez. Esto lo convierte en el presidente número 47 de la nación norteamericana, marcando un regreso histórico al escenario principal político después de haber perdido las elecciones ante Joe Biden en 2020 y tras múltiples demandas en su contra.
En las primeras horas de su gobierno, el nuevo titular del ejecutivo estadounidense ya ha causado revuelo internacional con una serie de órdenes ejecutivas con las que cambia las políticas previas en varios sectores. Entre los temas tratados se encuentra la inmigración y seguridad nacional, revirtiendo varias órdenes migratorias impuestas en la administración de Biden. El presidente Trump también ha declarado una emergencia nacional en su frontera sur, y planea enviar al Ejército para ayudar en tareas migratorias y restringir así la entrada de refugiados y solicitantes de asilo.
Todo lo anterior encrudece las relaciones bilaterales entre México y Estados Unidos que ya se ven afectadas después de las promesas de alza de aranceles que se planean implementar en febrero. México es el principal socio económico de los Estados Unidos y viceversa. Día a día miles de millones de dólares en productos son transportados entre los dos países e irrumpir dicho flujo traerá consecuencias económicas graves para ambos.
De acuerdo con cifras de la Secretaria de Economía de México, el país latinoamericano exportó más de 430.000 millones de dólares tan solo en 2023. La industria que más se vería afectada si una guerra arancelaria se lleva a cabo es la industria automotriz, la cual representa más de la cuarta parte de las exportaciones mexicanas hacia los Estados Unidos. Como se muestra en nuestro gráfico, el principal producto mexicano exportado son partes y accesorios de vehículos automotores, seguido de cerca por vehículos de pasajeros ensamblados: juntos sumaron más de 70.000 millones de dólares en 2023.