Hasta ahora, los diamantes rusos han escapado a las sanciones occidentales. Sin embargo, esto podría cambiar pronto, pues el G7 está debatiendo la imposición de sanciones a las exportaciones rusas de diamantes, que están siendo una de las bolsas de oxígeno para el músculo económico de Rusia, el mayor productor mundial de estas piedras.
Este mes, el grupo de las economías más desarrolladas del mundo podría comprometerse a avanzar en las formas de limitar la venta de diamantes rusos. El proceso implica desarrollar un mecanismo para inspeccionar y rastrear estas piedras preciosas, lo que permitiría a la Unión Europea y a Estados Unidos tomar medidas efectivas.
Según informa The Guardian, Bélgica es el único país de la UE que importa un volumen significativo de diamantes de Rusia. Como muestra este gráfico con datos del Banco Nacional de Bélgica, la guerra en Ucrania no pareció frenar las importaciones belgas en 2022. En junio, se importaron a Bélgica diamantes desde Rusia por un valor de casi 400 millones de euros. Aunque el valor mensual de las importaciones disminuyó posteriormente, volvió a subir a principios de 2023 (134,5 millones de euros en enero).