El cierre de centros educativos y de formación ha sido una de las medidas que han tomado muchos gobiernos del mundo a fin de contener la propagación del coronavirus. Ante ello, el aprendizaje a distancia se ha erigido durante esta crisis, en la que se alienta a la población a limitar sus contactos sociales en la medida de lo posible, como una alternativa segura para todas aquellas personas que quieren o precisan seguir formándose.
Según algunos estudios, el interés por la formación en línea ha crecido durante el confinamiento a nivel internacional y en España. Ya en 2019, antes de la epidemia, este último país era el tercer país de la Unión Europea donde los cursos a distancia eran más populares, tal y como recoge una encuesta publicada por Eurostat. El 15% de los españoles encuestados aseguraba entonces haber realizado un curso de forma remota en los últimos tres meses. En el caso de la Unión Europea (sin contar Reino Unido), la cifra era bastante inferior, esta del 8%.
Entre los Estados miembros de la UE donde los cursos en línea fueron más populares en 2019, destacan los países nórdicos Finlandia y Suecia. Un 21% de los encuestados finlandeses hizo un curso online en los últimos tres meses, mientras que en Suecia este porcentaje fue del 18%. En cambio, la realización de cursos a distancia no era muy común en países como Letonia (4%) o Bulgaria (2%).